Desde que los hermanos Lumière y Thomas Edison dieron vida a la primera cinta cinematográfica, la industria del cine ha evolucionado considerablemente, con la introducción del sonido sincronizado marcando un hito particularmente importante. En este contexto, el concepto de «audiovisión», acuñado por el teórico francés del cine y compositor Michael Chion, ha cobrado una importancia fundamental.
La audiovisión se refiere a la interacción sinérgica entre el sonido y la imagen en el cine. Según Chion, estas dos formas de percepción no son simplemente adyacentes o complementarias, sino que interactúan en una relación recíproca, cada una influyendo y transformando la percepción de la otra.
Un ejemplo contemporáneo brillante de esta interacción es la película «A Quiet Place» (2018) dirigida por John Krasinski. La premisa de la película, en la que los personajes deben permanecer en silencio para evitar ser detectados por criaturas que cazan por el sonido, crea una experiencia cinematográfica intensamente audiovisual. El uso estratégico del silencio y el sonido en la película refuerza la tensión y el miedo, mientras que la falta de diálogo amplifica la importancia de la imagen y las expresiones no verbales.
Otro ejemplo sería «Interstellar» (2014) de Christopher Nolan. La banda sonora de Hans Zimmer juega un papel crucial en la configuración de la atmósfera emocional de la película. Las imágenes visualmente impactantes de los agujeros negros, las galaxias y los paisajes alienígenas cobran aún más relevancia a través de la combinación con la música intensa y emocional.
La película animada «Soul» (2020) de Pixar también presenta un ejemplo fascinante de audiovisión. El sonido juega un papel vital en la narración de la historia, ya que la trama gira en torno a un músico de jazz y su viaje después de la muerte. La música no sólo establece el tono emocional, sino que también funciona como un elemento narrativo, ayudando a los espectadores a comprender el mundo interior y las pasiones del personaje principal.
Por último, la película «Baby Driver» (2017) de Edgar Wright es un ejemplo de cómo la audiovisión puede ser integrada de manera creativa en la narrativa. En la película, la música no sólo establece el ritmo de la acción, sino que también se sincroniza con la edición y las acciones de los personajes, resultando en una experiencia audiovisual única.
Estos ejemplos demuestran la importancia de la audiovisión en el cine contemporáneo. Como señaló Michael Chion, la relación entre sonido e imagen es fundamental para nuestra experiencia y comprensión de una película, y los directores contemporáneos continúan explorando formas innovadoras de explotar esta sinergia en sus trabajos.
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