La narración es el corazón de toda buena historia, ya sea en literatura, cine o televisión. Desde el comienzo de la historia oral, los contadores de historias han experimentado con diferentes técnicas para capturar la atención del público, hacer avanzar la trama y transmitir emociones y temas. Una de esas técnicas es el «in media res», que significa «en medio de las cosas», pero existen muchas otras técnicas valiosas. En este artículo, exploraremos algunas de estas técnicas, especialmente como se presentan en el cine contemporáneo.
Flashback o Analepsis
Los flashbacks llevan al público atrás en el tiempo para revelar eventos pasados. A veces, estos eventos pasados son cruciales para entender el presente de los personajes. Un ejemplo notable de esta técnica es la película «Memento» (2000) de Christopher Nolan, en la que la trama se despliega en una serie de flashbacks, manteniendo al público constantemente en la búsqueda de la verdad. Como David Lodge señala en su libro «The Art of Fiction» (El arte de la ficción): «La analepsis puede dar una profundidad psicológica a los personajes y un suspenso narrativo añadido».
Flash-forward o Prolepsis
El flash-forward es lo opuesto al flashback, proyectando al público hacia el futuro. La serie «Breaking Bad» (2008-2013) utilizó esta técnica en múltiples ocasiones para crear anticipación y suspense, mostrando escenas de eventos futuros que sólo se explican completamente más tarde. Lodge apunta que «El flash-forward nos da una visión de los personajes en un futuro que todavía no conocen».
Foreshadowing o Presagio
El foreshadowing es una sutileza que da pistas sobre lo que está por venir en la historia. Un ejemplo clásico es la película «Get Out» (2017) de Jordan Peele, que utiliza el presagio para dar pequeñas pistas sobre la verdadera naturaleza de la familia Armitage. Lodge escribe que «El presagio puede ser una herramienta narrativa poderosa para crear expectativas e incertidumbre».
Framing o Encuadre
El encuadre implica contar una historia dentro de otra historia. En «The Grand Budapest Hotel» (2014), Wes Anderson utiliza un encuadre narrativo para mostrar una historia contada a través de varias generaciones. Lodge explica que «El encuadre puede ser una forma eficaz de contextualizar una historia».
Narrativa No Lineal
Una narrativa no lineal rompe con la cronología y presenta eventos en un orden diferente. Quentin Tarantino es conocido por esta técnica, con «Pulp Fiction» (1994) como ejemplo clásico, pero también en su película más reciente «Once Upon a Time in Hollywood» (2019). Según Lodge, «La narrativa no lineal puede crear una sensación de desconcierto, de intriga, y puede proporcionar sorpresas y revelaciones de un modo que no es posible en una narrativa lineal convencional».
Narrativa Circular
En una narrativa circular, la historia vuelve a su punto de partida. En «Parasite» (2019), de Bong Joon-ho, la trama sigue un camino circular, comenzando y terminando con el hijo de la familia Kim en la misma ubicación, aunque con un entendimiento muy cambiado de su vida y su lugar en la sociedad. Lodge nos recuerda que «La narrativa circular puede dar la sensación de cierre y completitud, incluso cuando no todo ha sido resuelto».
Flujo de Conciencia
El flujo de conciencia captura los pensamientos y emociones internos de los personajes. Aunque es más común en la literatura, algunas películas como «Eternal Sunshine of the Spotless Mind» (2004) utilizan esta técnica para mostrar la mezcla de pensamientos y recuerdos de los personajes. Lodge sostiene que «El flujo de conciencia nos permite entrar en la mente de un personaje de una forma más íntima que cualquier otra técnica narrativa».
Estas técnicas narrativas permiten a los creadores de cine y televisión contar historias más ricas y complejas que capturan la atención del público y proporcionan una comprensión más
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