Andrew Tudor es un erudito y teórico del cine que ha hecho contribuciones significativas al estudio de los géneros cinematográficos. Su enfoque hacia los géneros es más dinámico e interactivo, y ha dejado una marca en el ámbito de la teoría cinematográfica con su perspectiva única.
A diferencia de muchas teorías convencionales que consideran los géneros como características fijas y objetivas inherentes a las películas, Tudor propone que los géneros son en gran medida subjetivos y dependen de la percepción del público y la industria. Según él, «Un género, como se percibe por la audiencia, es la suma de su conocimiento y expectativas sobre él». Esta perspectiva da un papel central a la audiencia en la definición y evolución de los géneros.
Otra contribución significativa de Tudor es su concepto de «doble orientación» de los géneros. Argumenta que los géneros cumplen un doble propósito. Por un lado, sirven como una herramienta para la industria cinematográfica para producir y promocionar películas de manera sistemática. Por otro lado, son un marco para que el público seleccione, interprete y evalúe las películas. En su artículo «Géneros, géneros, géneros y géneros», escribe: «El género es lo que nosotros colectivamente creemos que es».
El enfoque de Tudor también se distingue por su énfasis en el carácter mutable de los géneros. Sostiene que los géneros están en constante cambio, influenciados por las cambiantes preferencias del público, las innovaciones tecnológicas y las tendencias culturales. En lugar de ver los géneros como categorías fijas y estáticas, los ve como fluidos y evolutivos.
Para ilustrar el enfoque de Tudor, consideremos el género de las películas de superhéroes. Para la industria del cine, este género proporciona un marco para la producción y el marketing: las películas suelen incluir personajes con superpoderes, conflictos de bien contra el mal y efectos especiales deslumbrantes. Pero para el público, el género de las películas de superhéroes es una categoría a través de la cual interpretar y evaluar películas individuales. Por ejemplo, las películas «The Dark Knight» (2008) y «Guardians of the Galaxy» (2014) son ambas películas de superhéroes, pero son muy diferentes en tono, estilo y temática, reflejando la naturaleza mutable y dinámica de los géneros que Tudor enfatiza.
En conclusión, el enfoque de Andrew Tudor hacia los géneros cinematográficos proporciona una perspectiva útil y multifacética. Al poner énfasis en el papel de la audiencia y en el carácter dinámico de los géneros, nos ayuda a entender mejor la complejidad y la diversidad del cine contemporáneo.
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