El término «prosumidor» es una fusión de las palabras «productor» y «consumidor». Fue acuñado por el futurista Alvin Toffler en su libro «The Third Wave» (1980), y se utiliza para describir a un tipo de consumidor que también participa en la creación del producto o servicio que está consumiendo.

Con la llegada de la era digital, el término «prosumidor» ha evolucionado para abarcar a los usuarios de servicios y productos digitales que no solo consumen contenido, sino que también lo producen y lo comparten. Un usuario de redes sociales que publica sus propias fotos y vídeos es un prosumidor, ya que está contribuyendo al contenido de la plataforma, no solo consumiéndolo.

Este nuevo rol del consumidor ha sido posible gracias a la accesibilidad y asequibilidad de la tecnología digital y de Internet, que han permitido a los consumidores tener un papel más activo y participativo en la economía digital. En este contexto, los prosumidores han transformado las dinámicas tradicionales de producción y consumo, dando lugar a nuevos modelos de negocio y estrategias de marketing.

La presencia y el impacto de los prosumidores son particularmente notables en el campo de las narrativas transmedia. Estas narrativas, que se expanden a través de múltiples medios y plataformas, ofrecen a los prosumidores una variedad de formas para interactuar y participar en la historia.

Por ejemplo, un fan de «Harry Potter» no solo puede leer los libros y ver las películas, sino que también puede escribir su propia fan fiction, compartir teorías en foros en línea, y participar en juegos de rol en línea. Estas actividades no solo enriquecen la experiencia del prosumidor con la historia, sino que también pueden contribuir a expandir el universo narrativo.

Además, la participación activa de los prosumidores puede tener un impacto significativo en la dirección de las narrativas transmedia. Los creadores de contenido pueden monitorizar y responder a las reacciones de los prosumidores, adaptando la historia de acuerdo a la respuesta de la audiencia. En algunos casos, el contenido creado por los prosumidores puede incluso ser incorporado oficialmente en la narrativa transmedia.

Como bien señala Carlos Scolari en su obra «Narrativas Transmedia: cuando todos los medios cuentan»: «La cultura de la participación […] permite que los usuarios se conviertan en prosumidores y generen sus propias narrativas. Estas nuevas formas de producción cultural alteran la tradicional separación entre productores y usuarios y redibujan los límites de los textos narrativos».

En resumen, los prosumidores juegan un papel crucial en las narrativas transmedia de la era digital. Al fusionar los roles de productor y consumidor, los prosumidores están redefiniendo la forma en que las historias son contadas y experimentadas.