El Salvador atraviesa un período complicado en su historia democrática con hechos sin precedentes a nivel político, lo que configura un contexto adverso para la defensa de los derechos humanos, poniendo en riesgo la labor de defensoras y defensores, periodistas comunitarios y medios alternativos que luchan junto a organizaciones sociales para defender los derechos de los sectores más vulnerables y desprotegidos del país.

En este contexto, la importancia de la comunicación comunitaria adquiere mayor relevancia, ya que los medios comunitarios son de los pocos que mantiene una agenda con contenidos sociales, enfoques críticos y generando participación ciudadana para visibilizar las desigualdades que siguen estando presentes en los territorios, para denunciar los abusos de poder y corrupción en los territorios (no solamente en la capital), ejerciendo una labor comunicativa contraria a lo mostrado por el aparataje comunicacional del Estado y de la gran mayoría de medios de comunicación privados/comerciales que únicamente replican la narrativa gubernamental. La participación ciudadana en medios de comunicación a nivel local, permite generar un análisis más profundo y real de las problemáticas que se viven en los municipios, y logra conectar temáticas nacionales con realidades cotidianas de la población salvadoreña.